LAS MUJERES PROTAGONISTAS. Pocas veces se había visualizado tanto el emprendimiento femenino ligado al cacao, al chocolate e incluso en el desarrollo de nuevo subproductos en la industria. En CHOCOA 2020 fue patente el protagónico rol que tiene la mujer en este negocio. Lo cual es difícil encontrar en las que se han considerado como «industrias paralelas» como el café de especialidad, el queso artesanal, las cervezas de pequeños lotes o incluso el pan.

En el área del chocolate destaca el aporte de por ejemplo de la estadounidense Jael Rattigan de French Broad Chocolates quien no sólo fue expositora y estaba vendiendo directamente sus productos (lo cual el consumidor final valora especialmente) sino que además intervino en al menos un par de ponencias. Jael contó desde su esquema de negocios que no sólo está enfocado en vender sus productos sino también en las experiencias que ha generado en sus locales como su «Museo del Chocolate». Así mismo, es importante el «ecosistema» de esta marca que va desde las cafeterías, las experiencias en sus locales (tours a su fábrica para grupos privados) así como clases para escolares. 

Así mismo, vimos más chicas como expositoras en el Chocolate Festival como Isabella Foky de la marca húngara Chococard, quien mostró su línea de chocolate y creaciones «from bean to Bears» (porque ama los osos) Aquí la entrevista que le hicimos.

También a Sanjana Patel, una de las mejores pasteleras de La India quien enmarcada en la sección de maquinaria a pequeña escala (por lo cual se ha hecho famoso este país) mostró su línea de tabletas «from bean to bar» con exóticas inclusiones y empaques llamativos. Ella representa varios aspectos que comienzan a ser visibles en este negocio: la incursión de los millenials como consumidores y productores de marcas de chocolates. Hasta ahora sólo se había presentado la iniciativa de Soklet de «tree to bar». También la irrupción de La India como productor de cacao fino. Si bien algunas marcas han usado anteriormente este cacao como Fjak, Kankel y Mirzham sigue siendo un gran desconocido para el gran público, si bien llevará su tiempo, es interesante la apertura de La India con otras marcas dado sus dimensiones como mercado. 

Otras mujeres con las que me dio mucho gusto conversar fueron Claudia Patachia de Thea’s primera chocolatera de Rumanía. Nicole Martinetti primera chocolatera de una familia de cacaoteros ecuatorianos. Brita Kurzi de Kurzi Kakao, pastelera y chocolate haciendo chocolate con cacao de Tanzania en Suiza. Avril de Metizo con cacao de Dominicana pero asentada en Francia, Jenny Samaniego de Conexión Chocolate de Ecuador. Frierick de Chocolate Tree marca de chocolate from bean to bar de Escocia y Lauren Heinek de Wknd Chocolate, gerente de la comunidad online «Well temperes» y Bey de Myke and Beky, local de venta de chocolate en Bruselas y quienes estrenan marca de chocolate bean to bar con cacao de origen. 

WOMEN IN CHOCOLATE

Un evento importante es el que tiene como fin conectar a mujeres de la industria: este ocurre la mitad de la jornada del primer día. Lo que antes era una reunión de un par de horas ahora se ha convertido en uno de los planes más atractivos. Sea ha transformado en una dinámica de grupo dedicada a emponderar a las mujeres pero sobre a descubrir posibilidades de colaboración. Un networking femenino, apoyado por la coach Milou Dijkman especializada en preparación para hablar en público. El mundo del chocolate se preparara para lanzar al estrellato a mujeres que quieran amplificar su discurso que además en su mayoría casa perfectamente con lo que ahora aman las empresas. Emprendimiento social, reconocimiento del trabajo del campo, condiciones justas para todos los actores de la cadena y aspectos culturales ligados al chocolate. 

EL CACAO Y EL CHOCOLATE SE FUSIONAN. Nunca antes había habido una comunicación tan relevante entre estas dos industrias.  La colaboración ha sido en ambos sentidos: los cacaoteros han sentido la necesidad de desarrollar su propio chocolate y los chocolateros se han propuesto apoyar a sus proveedores de cacao. Ejemplos de este fenómeno que constatamos en CHOCOA 2020 fueron; Cameroots, una empresa reciente que busca colocar cacao de Camerún con las características de sustentable, de comercio justo y «trazable» una palabra que hace referencia a la «transparencia» en la cadena de valor. Esta empresa basada en Suiza busca convencer de la singularidad de sus semillas, no sólo buscando probar las condiciones en cuanto a la venta enumeradas, sino además a través de una barra que encargaron a un chocolatero «bean to bar» (Taucherli en Zurich) mostrar las cualidades en cuanto a sabor de este cacao. 

También llamó la atención el salto que dio Auro Chocolate lo que comenzó como una marca de chocolates finos con cacao de Filipinas se ha convertido en una programa de empoderamiento de cacaoteros de esa región. De hecho, a CHOCOA 2020 no sólo llevaron su línea de chocolates con cacao de origen único de regiones que aún suenan lejanas como Tupi, Paquibato o Saloy sino que además confirmaron que están próximos a enviar el primer cargamento de cacao de este país a Europa. Si quieres saber más de Auro te dejo aquí la entrevista que le hice a Kelly Go, una de sus fundadoras. 

Otros los de los ejemplos más llamativos en este sentido es el de Cacao Betulia. Si bien es cierto que se trata de un proveedor de cacao, ha conseguido a través de su chocolate probar las posibilidad del grano que cultiva en Antioquia. Gracias a una alianza con Zoto quienes le han asesorado en cuanto a la calidad del grano y de los procesos postcosechas y con Tail de Taucherli han conseguido tener un catálogo que combina los dos mundos. Es así cómo consigue hablarle de cacao criollo y de variedades como B6, B8 y B9 a los chocolateros y de cómo luce y sabe su cacao ya convertido en un chocolate. De hecho, si algo destaca especialmente en sus chocolates es que son de los únicos «single variety», pues se puede jactar de haber creado barras a partir de únicas variedades genéticas de cacao. 

Así mismo, lo vimos con una marca de cacao y productos finales de Tailandia Mark Rin que invita no sólo a probar cacao de algunas de las regiones de este país, aún mayormente conocido por su Chiang Mai, sino también a los chocolateros a incorporar especialmente su manteca de cacao. También tiene cacao en polvo y nibs. Como aval de su calidad tienen al profesor Sanh La-Ongsri quien ha investigado a fondo el cacao de esta región y quien se ha comprometido en poder ofrecer la mayor variedad de orígenes tailandeses al mercado. 

To’ak si bien es una marca de chocolate su posicionamiento de marca va dirigido por un lado al lujo y por otra parte hacia la conciencia de preservación. Su discurso está lleno de referencias hacia la necesidad de conservar las variedades «ancestrales» de cacao ecuatoriano como el de «arriba nacional» amenazado desde hace más de una década por un cacao nativo: el CC51.  

REVISIÓN DE LA ESTRUCTURA DEL NEGOCIO. Si bien hubo una mayor afluencia de público de otros años en el Fair Trade de CHOCOA 2020 el sector del cacao, amenazado siempre por los bajos precios del cacao corriente, se ve permanentemente amenazado. Es un negocio tan proclive a desaparecer que el discurso global es tratar de hacerlo sostenible. Desde iniciativas indicadas a que el llamado «jardín del cacao» se considere un patrimonio ambiental único. Hasta la necesidad de que otros cultivos más rentables no irrumpan y hagan desaparecer las plantaciones ya bastante condicionadas por el cambio climático. Asimismo, la irrupción de cientos de miles de «makers» o hacedores de chocolate a pequeña escala ha integrado una necesaria reflexión sobre si es sostenible este negocio a largo plazo.

A los cacaoteros se les tiene en la mira permanentemente pues son un eslabón tan necesario como delicado. Las empresas especializadas en ofrecer mejoras en la postcosecha prometen incluso alta tecnología que va desde drones hasta sistemas sofisticados que puedan proveer cambios en la climatología que ameritan tomas de decisiones. Así mismo, la postcosecha, especialmente lo que respecta a la fermentación, sigue siendo el punto sobre el cual se centra la revalorización de este cultivo. Si bien América Latina encabeza las iniciativas para mejorar este sensible paso de la cadena, aún hay regiones que ameritan mucho más esfuerzos como Asia y por supuesto, Africa.

El bean to bar: una burbuja o un mercado emergente

En cuanto a los chocolateros, se invita a revisar permanente sus planes de negocios. Si bien la revolución del «bean to bar» se ha centrado durante mucho tiempo en la fabricación de tabletas de chocolate con cacao de orígenes únicos, ahora resulta necesario que revisen todos los elementos que involucran la cadena que va desde el productor de cacao, el distribuidor de esta materia prima, los costos de producción del chocolate, su puesta en el mercado, marketing, promoción y en el caso que se dese exportar el margen de la logística, del distribuidor y del vendedor final.

Ahora, dado la enorme cantidad de marca de chocolates «from bean to bar» del mercado todo es sensible de ser estudiado: desde el precio del cacao, el valor de la mano de obra en cada país, la producción de los empaques hasta los que respecta a los retos de la exportación. ¿Por qué triunfa una marca venida de Estados Unidos en Europa? siendo la que mayor dinero deja en la logística e impuestos, quizás porque en su estructura si que ha contemplado el margen para todos los actores de la cadena.

Glocal, global, el exotismo compite con el mercado nacional 

En Holanda ya vemos una reacción inmediata del mercado local: cada día hay más empresas «bean to bar» que comprende no sólo hacer chocolate sino invitar a conocer el proceso. Los holandeses se consideren los reyes de la logística y el desarrollo de maquinaria, con lo cual la construcción de una fábrica de chocolates es fácil imagina que les genera fascinación. Un ejemplo claro: Chocolate Makers con sus tabletas muy adaptadas al gusto holandés (con mucha leche y muy cremosas) y sus tours. También la Heinde & Verre que no sólo tiene un nombre en holandés sino que además ha personalizado la marca con la foto de sus creadores que naturalmente sonarán más cercanos para los compradores de ese país.

Además, hay países que valoran especialmente el producto local. Es un tema de identidad nacional que debe ser estudiado a fondo. Entre otras cosas porque si de algo carece las marcas que vienen de otro países en la comunicación en cada idioma, de hecho, hay marcas cuyo nombre son impronunciables en otro países. En este sentido, hay un costo que pocos habían contemplado hasta ahora: el re- etiquetaje. Si una marca quiere colocar sus productos en un país con un idioma diferente al del país de origen tiene que traducir las etiquetas adaptándose a la legislación local con respecto a cómo se colocan los ingredientes, etc. Pero si opta por re-etiquetar, es decir, colocar una encima de otra esto es un trabajo que debe asumir el propio chocolatero. Ningún distribuidor tiene la logística ni el tiempo ni la intención de abrir cada caja y uno a uno colocar etiquetas. 

Interesante el análisis que dio de Dennis Van Essen de la distribuidora High Five Company: que comparó dos marcas como Taza, que importa desde Estados Unidos y que ha tenido una buena penetración a Europa aunque cuenta con desaciertos. En primer lugar, es la única marca que prueba un formato diferente a una tableta de 70 -100 gramos, sus chocolates vienen en unos cilindros de unos 60 gramos aproximadamente y además, es un chocolate del tipo «ground» o como se conoce en España: «a la piedra». Este chocolate está en el medio de ser un ingrediente para hacer chocolate a la taza o para comerlo a grandes mordiscos.

Es un caso curioso de éxito porque recordemos que al menos el 30% del precio final del chocolate tiene que ver con la logística con lo cual parece un milagro que este producto logre venderse con éxito en Europa. No obstante, es una marca que luce atractiva y se ha hecho un lugar especialmente entre las cafeterías de especialidad que lo ven como un complemento ideal de su propuesta. La categoría de chocolate a la taza sigue sin despuntar, no obstante, cada vez más marcas tienen su propuesta en este sentido. El cacao en polvo es uno de los subproductos más baratos del mercado con lo cual, invertir en crear un producto que lo tenga como componente, incluso si se opta por la versión más costosa (la no alcalinizada) no genera altos costos a las marcas. De hecho, puede ser interesante para completar el catálogo. Porque si algo aprecia el consumidor, según Van Essen son marcas que tienen una amplia cantidad de productos. Marcas que salen a competir con tres o incluso con dos tabletas al mercado son automáticamente descartadas por los distribuidores. 

Otra de las marcas analizadas fue Chocolat Tree de Escocia, esta es probablemente la más exitosa de la actualidad. Algunos de sus aciertos, según el análisis de Van Essen tiene que ver en primer lugar con el empaque: imita una botella de whisky, es decir, tiene una especia de cintiló que recubre la tableta. En segundo lugar se ha hecho un producto emblema de su país con una tableta con whisky, sin embargo, al parecer hay muchas más razones para que esta marca esté triunfando no sólo en su país. Están presente en muchos festivales no sólo cómo expositores sino también como «influencers» es decir, aportando contenido en forma de conferencias y eso repercute positivamente en sus ventas.

También están en el mercado con un rango de productos amplio: Tabletas de origen único, tabletas saborizadas (con whisky, ron, mezcal, naranja, amaretti, te chai, coconut y piña). Así como chocolate a la taza en una curiosa presentación en forma de hojuelas (con sabores y hasta con porcentajes), así mismo, unas tabletas hechas con cobertura «orgánica» con inclusiones del tipo fresas liofilizadas, pimienta, rosas, café turco, ginger y frutos cubiertos. Esto, según el análisis de Van Essen, les permitió ir probando cuál de todos los productos funcionaba mejor incluso renovar alguno: como su línea de tabletas hechas a partir de cobertura. Así mismo, interesante los dos formatos de venta de sus tabletas: de 80 gramos y 40 gramos, que en términos de logística no implica mayor complejidad dado que la de 80 gramos realmente esta compuesta por dos tabletas de 40. Por cierto, si algo al menos en el mercado holandés no triunfa son los frutos secos cubiertos de chocolate, curioso dato cuando ahora dado el abaratamiento de las máquinas para cubrir, muchas marcas lo suman a su catálogo. 

Además, algo que resaltó Van Essen de Chocolate Tree es que hay cierta coherencia entre lo valores que tiene su marca y lo que muestran en sus redes sociales. Y sobre este punto se detuvo pues existe un fenómeno interesante en este época: marcas que tienen un excelente manejo de redes sociales, especialmente el Instagram, la gran red social de los «foodies», pero que esto no se traduce en las etiquetas, ni en los exhibidos que le dejan a los vendedores y mucho menos en las etiquetas de sus chocolates. Asi mismo, si bien en internet usan un montón de recursos en el punto de venta dejan a las tabletas que se «defiendan solas». 

Todo es sensible de comunicar

Lo primero que valor el distribuidor cuando una marca le envío una propuesta es si esta tiene «productos con identidades claras». En este sentido, enumeró una que por ejemplo, a su juicio, es un ejemplo de propuestas que no quedan muy claras: Potomac. Una marca de bean to bar en Estados Unidos cuya identidad gráfica es una especie de cardumen de peces. En este sentido, los que quieran competir en mercado súper saturados como el europeo, deben tener un mensaje único (apostar por la singularidad) y fácil de entender. Además, pensar en que todo lo que envuelve a la marca es sensible de comunicarlo, desde la participación en un festival hasta los premios. Por cierto, si algo positivo tiene Potomac es que comunica (en su web) que es una marca de chocolate hechos por una sólo persona en micro lotes de «cantidades ridículas». Una nueva forma de hablar de las empresas, si algo le ha enseñado el bean to bar al mundo es que ser una empresa pequeña puede ser también algo importante de comunicar. 

Comunicar sin miedo a que te copien

Atrás quedó la época en la que las marcas sentían miedo de comunicar porque otras las podían copiar. Tal como se ha demostrado es muy difícil, en primer lugar evitar la copia de algunas partes de los negocios y en segundo, es complicado que que una marca copie todo de otro. Además, si la marca quiere o está en varios mercados debe estrechar lazos fuertes con su distribuidor, si no puede viajar es importante que tengan comunicación permanente. El tiempo es un factor importante para vender en Europa y en este sentido hay una cifra que resulta muy clave: en 3 meses se vende el 70 % de los chocolates (esto sería de octubre a enero) así que la estacionalidad puede ser un factor tan potente como cruel en el desenvolvimiento de una marca. Esto se vincula con el tema de la vida útil del chocolate que suele ser máximo de dos años. Importante también saber que algunas de las inclusiones que se usan en ciertos países tienen ciertas restricciones al entrar en otros así que es un factor importante para hacer marcas globales. 

Los premios y la «premiumtización» 

Los premios no sirven para vender más tabletas, así de categórico fue Van Essen pero si ayudan a la categoría, a que la gente se entere de que hay mejores chocolates en el mundo. Los premios ayudan a los compradores en las ferias, cuando pueden estar abrumados con tantas marcas que deciden irse porque la tableta que muestra su pegatina o sticker con premio. No obstante, es una decisión que debe valor cada marca y en sentido, comentó de nuevo el ejemplo de Taza que no ha ido a ni una competición. 

Incluso cree que en algunos casos las marcas que ostenta varios premios: International Chocolate Awards, Taste, Chocolatera Academy, etc. pueden llegar a «intimidar» al consumidor. Y allí si puso el ejemplo de un whisky con una etiqueta que refleje que es súper «premium» puede que en el fondo el consumidor crea que no está preparado para algo así. Que necesita por marcas más sencillas y obviamente, más baratas. Los premios son importantes para el público entendido que ya sabe de chocolates y llegará naturalmente a las marcas pero precisamente el mayor reto es hacerlo llegar a consumidores menos enterados. 

SUBPRODUCTOS. Si bien desde siempre se ha hablado de la necesidad de aprovechar en gran medida las cosechas de cacao, no sólo centradas en las semillas esto siempre parecía una discurso futurista. Este año en CHOCOA 2020 estas ideas no sólo se aterrizaron sino que destacaron las empresas ya dedicas a su explotación. Los subproductos clásicos como la manteca de cacao, el polvo o los nibs siguen encabezando estas iniciativas. De hecho, la manteca será la reina siempre de la cosmética vinculada con este cultivo. De hecho, destacó la participación de XXXX, gerente de la marca Lush que se jacta de tener productos hechos con manteca de cacao de origen único. 

La pulpa del cacao, el nuevo aguacate. 

No obstante, el producto estrella vinculado al cultivo del cacao es la pulpa. Si bien desde hace años se viene reconociendo la necesidad de aprovechar este subproducto que si bien una parte de usa para la fermentación, no ha sido hasta ahora que se mostrado su enorme potencial económico. No sólo porque usualmente buena parte de la pulpa se desperdiciaba sino porque además su vuelco al suelo representa un daño ecológico que ahora resulta inadmisible. Asimismo, la pulpa del cacao, ha resultado la más indicada para la generación de nuevos ingresos para los productores. Y sobretodo: dado lo sensible del ecosistema pareciera que sólo sobrevivirá si cada cosecha es aprovechada en su totalidad. Aquí la entrevista que le hice a Claudia Saenz de la empresa Palo Alto quienes ya tienen la tecnología necesaria para pasteurizar y envasar la pulpa en origen.

Aunque también cupo la reflexión sobre nuevas fórmulas de ingresos cuando el eslabón es más débil: por ejemplo en plantaciones en las que apenas tienen recursos para procesar el grano. Desde una granola hecha con una especie de pan de yuca, muy parecido al casabe de Venezuela o de Repúblcia Dominicana, unas semillas cuya pulpa se atrae a través de un baño con cacao en polvo hasta un perfume hecho son alcohol sobre la fruta fueron enumerados como una de las tendencias de cacao y chocolate de CHOCOA 2020. En este apartado destaca la harina, hecha con la mazorca y que ha sido presentada por Nicole Martinetti de Nikoa. 

Las experiencias, el nuevo subproducto. 

Desde las visitas a las fábricas de chocolate, las catas de chocolate especialmente las que incluyen maridajes con vino, cerveza, café, té o quesos, hasta las «ceremonias de cacao» (en Madrid las lleva a cabo mis amiga Amanda de The Green Fuel), son considerados como nuevas y necesarias fuentes de ingresos para los chocolateros. Los museos de chocolate son importantes dentro del ecosistema y dado su éxito probado en países como Bélgica 

MENOS CADMIO. Si bien en las ediciones de 2018 y 2019 hubo una tendencia de las conferencias de profundizar en la legislación europea que restringirá los productos de cacao y chocolate que reporten ciertos niveles de cadmio, este año apenas si este tema fue tocado. O bien la legislación no se aplica tanto como se pensaba o los países han potenciado los controles con relación este material. Si quieres saber más de lo que se habló en las ediciones anteriores de Chocoa te invito a visitar nuestro artículo 10 Conclusiones de cacao y chocolate de Chocoa 2018. 

INCLUSIONES COMO ELEMENTO DIFERENCIADOR. Si bien tuvimos una larga temporada de tabletas al 70 por ciento de chocolate oscuro apenas diferenciadas por el origen del cacao ahora ha llegado el momento de las inclusiones. El bean to bar que comenzó enarbolando la bandera del sabor de los diferentes cacaos ahora da una vuelta y se centra en el valor de las inclusiones. Esto ha generado una gama de productos más atractivos para el público final quien no sólo compra motivado por el sabor. Tabletas más divertidas, más coloridas y más atractivas. Asismimo, las inclusiones han servido para aproximar a los consumidores de países emergentes a través de ingredientes más cotidianos, pero también han servido para diferenciar más fácilmente a las marcas en un universo que ya comenzaba a uniformarse.

Por ejemplo: de Filipinas esperamos chocolates cargados de ingredientes tropicales como los que incorporar Auro Chocolate: plátano, mango, con café y moringa. En Mirzam Chocolate conseguimos sabores que hacen guiño a Arabia Saudita, donde están ubicados como el hinojo seco y dátiles, con café y cardamomo, con coco, con pistachos y rosa con una mezcla que imita a la «falooda» una bebida dulce como una menergueda hecha con sirope de rosas, también como no, con naranja, canela y azafrán. De LaFolie destaca endulzar con Black jaggery una especie de melaza que le aporta mucho sabor al cacao. En el caso de las noruegas de Fjak con queso dulce noruego, lingoberry y gingerbread. De la marca Vietnamita Socola los camarones dulces, de Khao Caribe la leche de coco. De Conexión Chocolate de Ecuador: anís, quinoa, cilantro, uchuva y hasta wasabi.

Algunos marcas siguen tendencias como «vegan» o «dark milk» y de hecho, los «nibs» se hacen cada vez más populares. No obstante, no hay ninguna tendencia dominante con relación a los azúcares, pues en el fondo en general son más costosos y en gran medida, le aportan sabores algunas veces no tan agradables. El azúcar blanco sigue siendo el rey. 

EMPAQUES Y FORMATOS. Los empaques se revisan no sólo en la estructura de costos sino en su estrecho vínculo con el marketing. Las tabletas de chocolate, que han vuelto al mercado con fuerza, después de ser una categoría bastante reducida ahora comienza a ceder paso a nuevos formatos que pueden meterse en la categoría de «producto de impulso». Incluso dentro de la misma categoría, con sólo variar el papel, el formato (las más pequeñas) puede hacer que cambien incluso el lugar donde deben venderse. 

Asimismo, el empaque es clave para el segmento al que quieras ir: entre las conclusiones de CHOCOA 2020 es que hay una gran diferencia entre los chocolates que la gente se compra para sí mismos y los que compra para regalar. En este sentido, destaca el llamado «techo de cristal» europeo: la enorme diferencia entre vender chocolates a 5 euros y a 6 euros. Ese euro de diferencia en ocasiones hace que no haya prácticamente movilidad entre los productos.

No obstante, en cuanto a la revisión de los empaques hay que tomar en cuenta que hay un público que se preocupa porque sea recusable, compostable o lo menos contaminante posible. Entonces, esto se ha convertido en un cuello de botella para muchos emprendedores, que comienzan con pequeñas inversiones y que luego para abaratar costos invierten en muchos empaques pero que en el camino se dan cuenta que no son lo más idóneos. La practicidad parece ser la mejor vía, aunque ninguna de las marcas que triunfan tienen empaques craft. 

Formatos. Dado las enormes dificultades con las que se ha encontrado los chocolateros para desarrollar empaques sostenibles este fue un tema valorado por varios ponentes. Decenas de ideas surgieron para una de las dificultades más importantes del chocolateros a pequeña escala: la necesidad de invertir en miles de unidades de empaques de productos con los que no ha salido al mercado. Sobre este asunto destaca la propuesta de una de las ponentes de CHOCOA, la jefa de la escuela de Bélgica The Art of Chocolate Laurence Kountny quien sugiere incluso buscar inspiración en otros mercados. 

¿Meter chocolates en cajas de bocadillos? ¿chocolate que se venda a granel? Todo puede ser válido para que el empaque apelando a la creatividad en este caso destaque. En el caso de los bombones, en lugar de soportarse en plástico termo formado, algunas marcas lo colocan sobre placas (formadas) de chocolate que puede así mismo no sólo llamar la atención sino atraer a los «antiplásticos».