¿Qué es bean to bar?

¿Qué es bean to bar?

¿Qué es el bean to bar?

“Bean to bar” ha sido una “expresión” que ha servido para definir una forma de hacer chocolate a pequeña escala. El término nació en Estados Unidos país en el que desde el 2007 han aparecido unas 150 fábricas aproximadamente, no obstante, a esta tendencia de hacer chocolate desde el haba a la tableta se han sumado productores de todo el mundo. Estas fabricas predican hacer chocolates, fundamentalmente tabletas, “desde el haba” o la semilla de cacao seca» y su transformación implica al menos 10 procesos que incluyen: desde la selección -para eliminar la basura y las semillas defectuosas-, pasando por el tostado, el descascarillado o la separación de la semilla de la cascarilla, la premolienda, la refinación o lo que es lo mismo «bajarle el micraje» al cacao que es reducir su tamaño, el conchado, el temperado y moldeado y finalmente el empacado. Pero no sólo ha sido adoptado por pequeñas fábricas sino también por gente que le ha apetecido hacer chocolate en casa.

No obstante: todos estos procesos ya existían en la industria de consumo masivo, lo que realmente diferencia a estas fábricas es que su búsqueda se centra en chocolate hechos con un sólo tipo de cacao, diferenciado según su país de origen y el desarrollo de fórmulas únicamente con dos ingredientes: cacao y azúcar, dejando de lado ingredientes como la lecitina de soya, la vainilla, la leche en polvo y la manteca de cacao adicional. Con el uso de un sólo tipo de cacao buscan dejar sentado cierto «standard» de calidad, dado que de alguna manera esto revela su interés por la selección de los mejores.

 

Historia del Bean to Bar 

En Estados Unidos coincidió la caída de las bolsas con una cantidad enorme de profesionales que buscaron reinventarse y una de esas vías fue hacer productos de manera artesanal dede el queso, la cerveza, el pan y el chocolate, entre otros, lo cual se vinculó perfectamente con la discusión permanente sobre la industria de la alimentación de ese país, cada vez más cuestionada. Esta tendencia de hacer chocolate a pequeña escala hizo que se requirieran máquinas que hasta entonces sólo existían en su versión industrial, en principio se usaron algunas hechas a partir de otras máquinas, por ejemplo: el exprimidor de jugos, tostadores y moledores de café, o incluso creando algunas con elementos existentes como una descasrilladora hecha con una aspiradora y tubos de plásticos con cinta adhesiva.

Este fenómeno hizo que se generara unas verdades “miniaturización” de las máquinas para hacer chocolate. Y lo más llamativo: la aparición de una máquina que en el otro lado del mundo, es decir en La India se usaba para moler leguminosas para hacer pan: la mélanger. Una máquina que ha sido determinante para este movimiento y que con sus apenas dos kilos y medio de capacidad hizo que fuese posible “moler” la mezcla de cacao y azúcar lo suficiente como para tener un chocolate agradable con el paladar.

Chocolate con cacao de variedades genéticas específicas 

Esta nueva aproximación a la fabricación de chocolate hizo que se popularizaran nombres que hacían referencia al tipo de semilla según su clasificación genética. Esto derivó, en lo que después ha sido considerado una «simplificación», pues a la par del orígen, las nuevas etiquetas fueron más allá dejando ver el tipo de cacao de acuerdo a su clasificación genética. De allí que nacieran barras que especificaban que habían sido creadas con un cacao del tipo «criollo» considerado el «más fino», el más escaso, el más delicado pero lo más importante: el que aportaba mejor sabor al chocolate. En un segundo lugar ha estado el cacao «Trinitario» que se dio a conocer como la mezcla entre el criollo y uno de tipo más robusto conocido como «forastero». El forastero, el mayor cultivado en África no ha tenido espacio en esta industria, se le ha considerado de poco valor gastronómico y el preferido por la industria de consumo masivo.

La genética del cacao ha sido un tema que ha tomado un especial auge gracias a esta reciente forma de etiquetado. En este sentido, ha sido relevante dado que ha traído de nuevo a la actualidad investigaciones de más de una década de genetistas como Juan Carlos Motamayor. Este investigador, afincado en Estados Unidos y que trabaja en Mars, ha hecho énfasis en que no sólo existen este trío genético de cacao sino que si queremos apegarnos a la verdad científica tendrías que definirlo a partir de una clasificación, hecha por él, que incluye una decena de tipos genéticos, mejor conocidos como «clusters».

Chocolates “de origen único»

Desde su nacimiento las fábricas de chocolate «from bean to bar» han buscado diferenciarse de lo que hacen las fábricas de chocolate a gran escala o “consumo masivo” centrándose en un aspecto especialmente: no mezclar habas o semillas de diferentes origenes sino buscar el sabor real de cada cacao. De allí que se crearán las primera tabletas en las que se especificaba en las etiquetas qué cacao se había usado: definidos en la mayoría de las veces por el pais del que proceden. Por ejemplo: Cacao de Venezuela, Guatemala, República Dominicana. No obstante, siempre cuento en mis Catas de chocolate en Madrid que 20 años antes ya existía una fábrica de chocolates en Venezuela que había desarrollado productos usado en la formulación de sus chocolates granos únicos de regiones específicas en ese país: Chocolates El Rey.

Más tarde vendrían chocolates hechos con cacao de origenes cada vez más específicos: como haciendas de un país, lo que marcó el inicio de otra tendencia conocida como el “farm to bar” o de «del campo a la barra». Y más tarde los mismos productores de cacao se animaron a hacer su propio chocolate y dado que tenían control de casi todo el proceso buscaron diferenciarse con una terminología nueva: el «tree to bar» o «del árbol a la tableta». Siempre comento en mis catas de chocolate que esta forma de trabajar imita a la industria del vino que trabaja no sólo con tipos de uvas específicas como «cabernet, merlot, garnacha» sino que además con orígenes, algunos de los cuales con Denominación de Orígen Controlada, como La Rioja o la más famosa: Champagne.

El nacimiento del chocolate “de dos ingredientes” 

Otra de las diferencias marcadas que buscó y sigue persiguiendo el movimiento “Bean to bar” con la industria masiva del chocolate ha sido minimizar los ingredientes usualmente vinculados con la producción de chocolate. De ahí qué ingredientes que tradicionalmente aparecían en las etiquetas tales como la vainillla, la lecitina y la manteca de cacao agregada hayan sido eliminados dando paso a Chocolate que se centran en la mezcla de cacao y azúcar. No obstante, hay productores que se reconocen como artesanales que si echan mano de estos ingredientes reconociendo las ventajas en cuanto a sabor y textura que aportan.

Chocolate con porcentajes alto de cacao y sin leche

El bean to bar o hacer chocolates desde el haba a la tableta en principio despreció más ingredientes además del cacao y el azúcar pero muy especialmente a la leche de vaca. De hecho, tardaron años en aparecer tabletas de chocolate con leche vinculadas a esta tendencia. Incluso me atrevo a decir que se hizo mucho más popular la categoría «dark milk», tabletas oscuras con un porcentaje de leche mínimo que ayudaba a potenciar la palatabilidad que los chocolates con leche en sí. Más recientemente ha habido una necesidad de innovación en este sentido con la incorporación de «leche inusuales» como la leche de coco, la leche de oveja incluso alguna marca árabe ha hecho chocolates con leche de camello.

Internet: el gran foro del bean to bar

Si hay web que descata cómo clave en el desarrollo de chocolateros artesanales, bien los que lo hacen como una forma de emprendimiento o bien para aquellos que lo han asumido como un hobby desde sus casas, ha sido Chocolate Alchemy, una web que desde 2003 no sólo responde las inquietudes de los que buscan transformar las semillas de cacao secas en una masa azucarada comestibles sino que además ha sido un proveedor confiable de materia prima. Sus «kits» mensuales para hacer chocolate han permitido la experimentación con semillas de diferentes orígenes y sobre todo: ha generado una plataforma en la que esta aventura ha podido ser compartida.

El chocolate con ética

Si hubo algo que introdujo claramente la tendencia a hacer chocolates a baja escala, desde pequeñas fábricas, fue el cuestionamiento ético sobre las prácticas laborales que mantenían y mantienen aún las grandes procesadoras de cacao. El bean to bar trajo a colación temas como el precio que se le paga a los productores de cacao, las condiciones laborales que tienen e incluso temas más complejos como la explotación infantil en las zonas cacaoteras del mundo. Este movimiento hizo centrarse mucho sobre las prácticas que mantienen gigantes como Nestlé, Mondeléz y Barry Callebaut en países de África como Costa de Marfil.

De hecho, los chocolateros subidos a esta tendencia buscan lo que se conoce «la integración a la cadena de suministro» en algunos casos estableciendo relaciones directas con los productores de cacao. Para facilitar esta integración han aparecido organizaciones que proponen una transacción directa sin el cobro del «fee» como Yellow Seed. También destacan Meridian cacao que se promociona como un un importador de granos de cacao centrado en la eficiencia y la transparencia en la logística de abastecimiento, importación, envío y almacenamiento para garantizar la entrega puntual de granos de cacao a los fabricantes de chocolate. En esta misma línea trabaja Uncommom cacao, creada en 2010 con la intención, según reza su web de «construir una cadena de suministro de cacao especial más justa y sostenible»

Sobre este asunto profundizaron algunos investigadores dieron lugar a documentales como «The dark side of chocolate» y libros como el de la periodista del Financial Times Orla Ryan «Chocolate Nations» que entre otras cosas centra la atención en la esclavitud infantil y muy especialmente en qué significa el comercio justo. Sobre este línea destaca también el libro de Carol Off: «Bitter Chocolate» o «Chocolate amargo» que sigue de cerca el trabajo de multinacionales como Hershey’s, Cadburys and Mars en Costa de Marfil y se refiere al chocolate «como una industria que ha institicionalizado la miseria». Más recientemente ha aparecido líneas de investigación sobre el «negocio del chocolate» de ahí que destaque el libro «Economics of chocolate» de Mara P. Squicciarini y Johan Swinnen que redunda en el vínculo entre los productores pobres y los consumidores en países ricos a través de las cuestionadas prácticas entre las empresa transnacionales.

 

Desafíos del Bean to Bar

TEMPERAR EL BEAN TO BAR. Uno de los retos del bean to bar es trabajarlo «sobre el mármol». Temperar chocolates bean to bar  «bean to bar» implica uno de los mayores retos de esta industria. Dado que el bean to bar está hecho en la mayoría de las veces con sólo dos ingredientes: cacao y azúcar el nivel de viscosidad de la mezcla resultante suele ser bastante alto. La falta de manteca de cacao adicional y de lecitina hace que sean mezclas difíciles de trabajar para el chocolatero. Además hay que sumarle el hecho que el chocolatero «bean to bar» no suele estar formado en pastelería o chocolatería profesional y desarrolla de manera empírica el temperado del chocolate. En mi curso de Iniciación al Chocolate tengo siempre a Elizabeth Vázquez, pastelera mexicana afincada en Madrid que da 5 tips para el temperado de chocolate hecho a pequeña escala. Si quieres saber más de esta chocolatera o contactarla directamente puedes ir a su web

DESBACTERIZACIÓN EN EL BEAN TO BAR. Uno de los mayores retos de hacer chocolate a pequeña escala es mantener la zona donde se trabaja el cacao seco (recién sacado del saco) y la zona donde se procesa. Usualmente estas zonas se conocen como «zona sucia» y «zona limpia». Las semillas de cacao incluso las que se consideran «premium», es decir las de que se venden fuera del mercado «comodity» incluso estando secas tienen naturalmente una alta actividad bacteriológica. Recordemos que la semilla de cacao dentro de la fruta está cubierta por material conocido como mucílago. Más de 80% de humedad y azúcar componen esta especia de «confitura» que aparece cuando se abre cada mazorca. Si bien la semillas secas para comercializarse deben tener máximo un 8% de humedad digamos que este mínimo porcentaje sigue contribuyendo a la proliferación de bacterias. 

De los tres parámetros más importantes para establecer la calidad de las semillas secas son los que tiene que ver con la fermentación y el secado que pueden llegar a ser bastante evidentes en las pruebas de corte. La contaminación si debe ser «probada» a través de una examen de laboratorio y quizás por eso es que este desafío no ha resultado tan evidente en la industria. El tostado contribuye a la minimización de las bacterias del cacao pero no es eficiente en bacterias que sean termoresistentes.

Estamos asistiendo a una esterilización incompleta en el caso del cacao dado que sólo se suele usar calor seco. Dado que mi trabajo se basa en abrir muchas tabletas de chocolate, he comprobado que en muchos casos se desarrollan gusanos y finalmente «polillas». Esta carencia está actuando negativamente en la percepción de «artesanal» que mantiene a esta industria. Es una de las grandes amenazas y es posible que sea el punto para cuestionar su «seguridad alimentaria» y su rechazo por algunos «retales». Por esa razón en nuestro curso gratuito: ¿Cómo vender chocolate en Europa? incorporamos lo que respecta a la desbacterización a pequeña escala mediante el calor húmedo. 

MARCAS DE BEAN TO BAR CON CACAO CRUDO. 

Esta tendencia de la que hemos hablado en nuestro artículo Tipos de Chocolate, es quizás la que mayores riesgos representan en cuanto a temas de seguridad alimenticia. El cacao «crudo» según las marcas que usan este ingrediente: es aquel que durante el proceso de secado no ha alcanzado temperatura por encima de los 45 grados. Esto es realmente poco probable ya que dada los altos niveles de humedad que quedan incluso después de la fermentación las semillas para que se sequen en un tiempo que permita que el embrión no cerca necesitarían temperaturas más altas. Esta es la razón por la que muchos fabricantes no han sido claros con el tema de la temperatura en el secado de las semillas «crudas», 

El cacao crudo es aquel que en su tostado no se ha subido por encima de los 42 grados, según los defensores de los alimentos crudos como Kris MacGodmand y el chef Charlie Trotter. Esto si bien puede controlarse hay bacterias que mueren a temperaturas más altas por lo que el cacao crudo para ser seguro necesitaría otros procesos para asegurar su inocuidad. Se habla de «radiación asegura» aunque aún ningún producto ha dicho que usa este método para minimizar las bacterias en el cacao que usa para hacer chocolates de este tipo.  

curso chocolate en Madrid
curso chocolate bean to bar Madrid

Maridaje chocolate y quesos

Maridaje chocolate y quesos

Niki Segnit: Paul A Young pionero en el maridaje de chocolate y quesos

Una de las primeras menciones sobre el maridaje de chocolate y quesos aparece en «La Enciclopedia de los Sabores» Niki Segnit. Esta autora cuenta en su libro -que resulta una fascinante recopilación de extraños maridajes que encontramos a nuestro alrededor y sobre los que no nos detenemos- sobre una cata organizada por el chocolatero inglés Paul A Young.

Cerney & Amedei al 63 por ciento 

 

Esta estrella de la pastelería y de los medios en Inglaterra en esa ocasión sugirió para comenzar este maridaje de chocolate y quesos con un Cerney, un queso de cabra de la región de Gloucestershire. Este clásico Young lo emparejó con un chocolate negro de la marca italiana Amedei al 63 por ciento de cacao, que por cierto se ha convertido también en un clásico entre las tabletas de chocolate fino. 

 

Cerney & Varlhona el Manjari al 64 por ciento 

Luego el segundo maridaje de chocolate y queso que propuso fue a una versión madurada del mismo queso Cerney combinado con un clásico de Varlhona el Manjari al 64 por ciento. Segnit confiesa que, tal como mucha gente lo piensa el maridaje entre queso y chocolate puede resultar una mezcla extraña, incluso puede sugerir rechazo. Aunque una buena guía, según Segnit puede ser buscar un chocolate con leche para descubrir las misma nota lácticas de un queso. En este momento, asegura que el matrimonio resultará menos extraño.

 

Stilton Colston Basset & Varlhona 70%

 

Yo coincidido con Segnit en el escozor que en algunas culturas despierta este maridaje, bastante más familiar para los belgas y holandeses según he visto en sus respectivos salones de chocolate. En España cuando lo propuse por primera vez en España, puse un ejemplo de una combinación muy tradicional de su cultura pero puede ser igual de rara para el resto del mundo: jamón con melón. Tal como Segnit lo cuenta en su obra, siempre invito a reflexionar sobre las notas que podemos encontrar en un buen chocolate tanto añadidas como las que revela naturalmente el cacao como pasas, arándanos, frutos secos, que siempre han sido acompañantes naturales del queso.

En el caso de la cata maridaje de chocolate y queso propuesta por el chocolatero inglés, le siguió una tercera combinación: Stilton Colston Basset con un chocolate Varlhona al 70%. Este esun queso muy clásico en este cultura, que suele aparecer mucho en las fotos de sus supermercados y es de color naranja y con venas azules muy marcadas. Se reconoce por ser un tubo gigante grueso y sobretodo por ser un referente cultural, dado que existe desde el comienzos del siglo pasado.

 

Maridaje de queso y chocolate convertido en postre

 

Paul A Young es famoso por sus creaciones que son permanentemente reseñada por los medios de comunicación en Inglaterra sobre los que parece ejercer fascinación. Una de las combinaciones más llamativa fue chocolate con «Vegemite» ese untable de extracto de levadura de cerveza y de un sabor súper intenso a alimento fermentado. Con queso creó sus ya famosas «trufas de stilton con chocolate y Oporto» que son perfectas para aquellos a los que les cuesta decidirse entre un buen queso y un pudding.

Young también ha diseñado un bombón con queso de cabra «galesa», limón y tomillo, que ha sido definido como su versión de cheescake. Es que la chocolatería y bombonería creativa se ha incluido con fuerza el tomillo y el perejil. Los pasteleros lo adoran por su aporte de sabores frescos y metálicos que también les vienen bien al chocolate.

 

Milleens & Varlhona African 85%

 

Aunque si algo llamó la atención a Segnit de esta cata fue el matrimonio entre el Milleens un queso clásico de Irlanda de leche de vaca con toques picantes y florales con un chocolate que superaba los 85 por ciento de cacao que no sólo resultó una pareja perfecta sino que incluso fue bien con un chocolate con leche. Digamos que esta experiencia ahonda en algo que hemos sugerido anteriormente en cuanto al maridaje de quesos y chocolate y es en la posibilidad de agregarle chocolate a la tabla de quesos.

El queso tal como el chocolate se puede tomar antes o al final de una comida.  Si es el final normalmente se sugiere cerrar con algún vino dulce como el Oporto o un oloroso del tipo Pedro Ximenez, Cream, Sherry o Manzanilla que maridan muy bien con estos dos alimentos. 

 

Un bocadillo muy a lo «Elvis Presly»

 

Cuando se habla de algún bocadillo que mezcle sabores «osados» se suele hacer referencia al que se hacía «el rey del rock». Plátano, mantequilla de cacahuete y bacon o tocineta era su famosa mezcla. No obstante, siempre se podrá ir más lejos y prepararse el bocadillo de Paul A Young incluso más atrevido. En el caso del chocolatero se hace con pan de molde, mantequilla, quesos cheedar o parmesano, chocolate al 80 por ciento y anchoas. Si así como habéis leído: ¡anchoas! lo comento siempre: hay sabores muy intensos como el queso azul, las anchoas o la tocineta que funcionan como el Umami. Tal como hace la sal con el chocolate, estas sustancias funcionan como potenciados de sabores así que ¡bienvenidos a la montaña rusa del paladar! Por cierto, en España, en la zona de Cantabria, famosas por sus anchoas han desarrollado un chocolate con anchoas (ganador de un premio en los International Chocolate Awards) de la marca Monper. Si no me crees aquí te dejo el link

Maridaje de chocolate y quesos españoles

Una vez visitaba mi tienda favorita de quesos y me topé con una magdalena de chocolate y queso picón, si hay algo que me rompió los esquemas para siempre fue este postre que se veía tan inocente pero fue tan revelador. Si bien cuando voy a Amsterdam o Bélgica es habitual que sugieran tomar el chocolate con queso, he querido llevar más allá esta posibilidad y pedí ayuda. Busqué al especialista de quesos de mi ciudad, ese que sabe de muchas marcas para que me ayudara a escoger los quesos con los que iniciar esta experimentación.

Primer maridaje: Queso picón y chocolate con leche.

Y si bien aún no consideró este trabajo terminado puedo decir que el queso picón es ideal para un alto contraste lo combinaría con un chocolate de los llamados «Dark Milk» es decir oscuro pero con un poco de leche que le da untuosidad, una marca que probé hace poco y me encantó fue la estadounidense Fruition especialmente su Marañon al 68 por ciento con leche, ganador de un International Chocolate Award y de un Food Award.  Lo de “picón” curiosamente no viene del picor sino de su origen: son quesos elaborados cerca de “los picos” de Europa, en la zona de Cantabria. Son quesos azules muy potentes.

Queso picón es una Denominación de Origen protegida así que será sencillo encontrarlo. Treviso y Bejes son los lugares donde se concentran la mayor cantidad de productores de este queso, es curioso porque comparte apodo con un postre de orígen latinoamericano: el tres leches, pero en este caso hace refencia es la posibilidad de que esté hecho con leche de tres razas diferentes ovinas, caprinas y bovina. Una curiosidad es que antes se vendía envuelto en hojas de plátano aunque la legislación sanitaria le ha obligado a venderlo envuelto en papel albal.

Uno que uso también uso y que resulta bastante parecido es el queso de cabrales, otro asturiano que suele ser igual de intenso y que nos proporciona también una estampa visual única en nuestra mesa.  Este es otro «tres leches» pero es porque puede tener en su elaboración leche de vaca, cabra u oveja. La gama de quesos azules se puede ampliar, de hecho, hay uno sobre el que vale la pena colocar la vista y es el queso Valdeón que quizás tiene la misma gama de sabores pero bastante más suaves que los anteriores. Este es ideal para la pastelería creativa de queso y chocolate porque es menos intenso.

También un queso tipo torta como el famoso de “torta del casar” de la región de Extremadura me gusta para regarlo de chocolate al 60 por ciento fundido (incluso con leche) como el Caoba de Chocolates El Rey: abro la torta, la meto en el horno y justo cuando levanto su «tapa natural» le rocío unos 50 gramos de chocolate derretido y resulta algo novedoso pero muy rico.

Con el queso manchego, un clásico español, con Denominación de Origen, elaborado con leche de oveja de raza manchega, me gusta un chocolate más oscuro quizá más del 70 u 80 por ciento (súper recomendado el San Martín de la marca peruana Maraná) suelo intercalar lonjas de quesos, con lonjas de chocolate cortadas con el cortador del clásico «tet de moi», es ideal colocarlo sobre una tabla de madera y acompañarlo de arándonos secos o fresas deshidratadas.

Mi quesero de confianza me recomienda  Zamorano gran Reserva, Pecorino Sardo, Arribes Ecológico y por introducir uno de cabra a vuestra mesa de quesos y chocolate nos sugiere: el queso Tronchón que lo reconoceréis muy fácilmente porque es un cilindro con una particular flor en la parte superior. Mi único consejo es que os dejéis fuer alos prejuicios y veréis cómo se la combinación de queso y chocolate se convierte en en una forma divertida de recibir a los invitados en casa.

Tercer maridaje: queso manchego con chocolate oscuro al 70%.

Otras recomendaciones: Algunos de los quesos españoles que nunca me defraudan son: Queso Casín de Asturias, muy intenso, quizás el más de los españoles, así que con tan sólo unas virutas podrán hacer vuestros maridajes. Hay uno que me encanta el de la marca Redes, elaborado con leche cruda y probablemente uno de los mejores quesos del mundo (tiene algunas premios mundiales). Y unas curiosidades pero maravillosamente conseguidos, en la categoría de quesos saborizados: el Queso de Azafran de La Antigua, el Queso con carbón de  la Quesería Cultivo y el Queso de cabra con trufa negra de la marca La Laguna.

INICIACIÓN AL CHOCOLATE CURSO ONLINE 20 DE JUNIO