Boncelet, empresa líder y distribución de productos gourmets en España, en colaboración con mi recién nacida empresa de consultoría en chocolate y evento para empresas: He.Cho comenzó un proyecto llamado a revolucionar el consumo de chocolate en el país: la selección, importación directa y distribución de chocolates hechos en origen.
Si bien el mercado en Europa anteriormente estaba dominado por marcas europeas que importaban la materia prima desde los países productores de cacao, y especialmente en España dominaban las marcas de consumo masivo de Bélgica y Suiza, ahora observamos que en los lineales comienzan estas marcas a compartir con algunas desarrolladas enteramente en los países donde se cultiva el fruto.
La primera apuesta de Boncelet en este sentido ha sido con la marca peruana Maraná, una empresa joven con apenas 3 años en el mercado, que trabaja bajo los parámetros de un pago a los agricultores que en ocasiones duplica lo que marca el mercado mundial del cacao, y además les ofrece de capacitación permanente para la mejora en los tratamientos postcosecha para conseguir la más alta calidad en cada grano. Zulema León y Giuseppe Casinelli son los artífices de esta marca centrada en los orígenes de los mejores cacaos de Perú, país que ocupa el octavo puesto en la producción mundial y quienes han estado recietemente en la presentación de este producto a la prensa en España ocurrida en las oficinas de Promperú.
foto cortesía de Eduardo González @recyclingprocess
Piura, San Martín y Cuzco son las regiones escogidas por estos emprendedores para desarrollar su colección de tabletas que siguen los parámetros del movimiento “bean to bar” que entre otras cosas no mezcla las habas de diferentes zonas, no agrega saborizantes como vainilla y sobre todo, busca la mejor expresión de cada grano en una continua mejora de la fermentación y el tostado.
Maraná a España ha llegado en sus versiones oscuras, sin leche, de preferencia del paladar español, al 70 y 80 por ciento de cacao, incluso con dos de sus tabletas ganadoras en los llamados “Óscar del chocolate” los International Chocolate Awards. Los ICA es una competencia mundial en la que este chocolate se midió entre 600 muestras. Adicionalmente el azúcar para la fabricación de estos chocolates posee la certificación de “orgánica”.
Pero no sólo la calidad y la ética en sus prácticas de producción destacan a esta fábrica de chocolates, mención aparte merece su presentación: el diseño de sus empaques está inspirado en referentes importantes de la cultura peruana. Desde tablas de madera, acuarelas de artistas locales hasta grabados amazónicos que retratan la vida de las haciendas de cacao son la base de sus atractivos envoltorios que han conseguido hacerse con el reconocimiento de la Bienal de Diseño de Madrid y estar incluidos entre los “35 empaques de diseño de chocolate” de la famosa revista del sector TheDieline.
Estos factores hicieron que en cuanto la empres Bonselec me pidió que les sugiriera un chocolate de cada país para traer a España de Perú quise que fuese Maraná y ya están aquí en las mejores tiendas de España y en Internet en El Club del Chocolate. Por cierto si queréis disfrutar de un descuento del 10% en esta web en el útlimo paso podéis colocar el código de descuento: CATAHELEN.
Este jueves 23 de octubre de 2017 a las 20:00 tendré la oportunidad de hablar de los chocolates mi país de orígen: Venezuela atendiendo a la invitación que me ha hecho la asociación Alma Venezuela, quienes están enfocados en el intercambio cultural entre los dos países. La cata de chocolates venezolanos tendrá lugar en la sede del Centro Riojano en Madrid en la calle Serrano 25, para apuntarse les recomiendo que me escriban a mi correo helen@helenchocolate.es con el número de personas que vengaís (yo luego enviaré el listado al centro), al final se propondrá un maridaje con vinos de La Rioja a cargo del enólogo de la casa: Antonio Rupérez Caño quien no sólo tiene una carrera dentro en el sector sino también es un gran divulgador de la cultura alrededor de esta bebida.
Este jueves estaré ofreciendo una cata de las marcas más habituales de chocolates de Venezuela pero también de algunas de las nuevas marcas enmarcadas dentro del movimiento «bean to bar» que se han gestado en los últimos 5 años. La cata será gratuita y servirá para estrechar lazos, dar a conocer este producto tan identificable dentro de la gastronomía venezolana y sobre todo para llevarnos un rico sabor de boca. Quedán súper invitados.
Si algo aprendimos en el Salon du Chocolat de París en 2017 es que «El pastelero es una marca»: Los milennialls muestran su fuerza avasallante. Si bien antes las pastelerías eran las que brillaban en el universo dulce ahora el turno es para el pastelero especialmente para los jóvenes, nada de nombres rimbombantes del tipo “La Maison du…” ahora lo que importa es el nombre del pastelero que ya lleva rato construyendo su marca personal antes de que abra las puertas de su local. Un ejemplo claro es el de Yan Couvreur, el pastelero revelación que con hacer algunos pequeños ajustes se ha convertido en un fenómeno de ventas. Sus pastelerías tienen apenas un año abiertas y no paran de recibir clientes. Tiene 34 años y refleja perfectamente bien el ciclo de los milennialls en el negocio: son carismáticos, conectan con su audiencia por diferentes vías (desde un libro de recetas hasta vídeos en directo desde su cuenta de Instagram). Sus cafeterías mezclan la tradición de lujo de la capital francesa con la estética desenfadada de los hípsters. En este caso, el discurso de marca se centra en la obsesión del pastelero: los lobos, entonces se ha creado un universo alrededor de este animal que incluye los postres en forma de lobos acostados, lobos de chocolate y una papelería fina con lobos dorados.
Los franceses buscan chocolates hecho en origen. Si bien anteriormente los reyes eran los chocolateros franceses del tipo Bonnat, Jean Paul Hevin, Bernachon ahora el público busca chocolates hechos en origen dado que el resto del año puede fácilmente ir a las tiendas de estos chocolateros. El apartado de “Bean to bar” del Salon du Chocolat de París 2017 si bien antes parecía una zona menos comercial ahora luce como un fuerte competidor para la tradición chocolatera francesa. Chocolates de Perú, de Colombia, Hawai, Filipinas y algunos hechos con cacaos finos en España, Suecia y Japón robaron protagonismo y clientes al clasicismo galo. Un punto a su favor: los países emergentes han hecho de los empaques cargado de exotismo uno de sus puntos fuertes, eso curiosamente ha llamado la atención y ha hecho que el público sea menos exigente por ejemplo con la textura final de los chocolates.
Los japoneses se hacen sentir en el salón. Nunca antes la admiración mutua entre franceses y japoneses se hizo tan evidente. Chocolateros de Japón y chocolateros japoneses con tiendas en Paris decidieron devolverle la visita a los franceses que cada año se instalan para el Salón de Chocolate de Tokio. Las historias dan fe de que ese pudiera ser el salón más exitoso de los salones entre Paris, Bruselas y Lyon en cuanto a ventas. Como curiosidad los japoneses esperan hasta 4 horas en filas para comprar chocolate y para que sus chocolateros favoritos les autografíen sus tabletas.
La bombonería le cede protagonismos a postres elaborados. Las pastelerías presentes en el salón du chocolat de París 2017 llevaron un mostrador en los que exhibían a diario los postres que salían de su obrador, incluso algunas podían hornear in situ, digamos que esta vez se planteó con fuerza la idea de comer más que chocolate en esta edición.
La bombonería será creativa o no sobrevivirá. Si algo dejaron claro los japoneses presentes es que la bombonería no tiene límites, desde bombones con sésamo negro, salsa de soya, yuzu y cualquier cantidad de frutos tienen cabida en un bombón.
La investigación sobre Chocolate no para. Quizás parecía que ya se había dicho todo sobre este alimento cuando la estadounidense de origen japonés Eri Ikesi sorprende con una de las investigaciones más completa: Les Génies du Chocolat o Los genios del Chocolate un compendio de tres tomos (80euros) con la historia de las mejores chocolaterías de París, así como una revisión sobre las variedades de cacao, la transformación de las habas, una investigación sobre las coberturas, artesanos clásicos de chocolate como Bonnat, Bernanchon, Pralus o Erithaj. También toca temas como la agricultura biológica, el comercio justo o los precios del cacao.
Los pasteleros buscan nuevas coberturas. La pelea entre Barry y Varlhona comienza a tener más elementos. De hecho, muchas chocolaterías como Erithaj especializadas en transformar las habas de cacao de Vietnam comienzan a ofrecer pequeños lotes de cobertura para clientes que quieran usar ese origen en sus propuestas. Pisan fuerte: Chocolates El Rey de Venezuela, Guittard de Estados Unidos.
La estética barroca cambia por la cultura pop. Los chocolateros se desmarcan de esa estética de lujo extremo que definen lugares como La Maison du Chocolate, Debauve y Gallais y buscan espacios iluminados, minimalistas y con estética tan hipster como pop. ¿Cómo hacer de un eclair un objeto de consumo masivo? Pues Christophe Adam tiene la respuesta. Algo también muy de esta época: involucrar a tu equipo y darle protagonismo mediático, como curiosidad cada empaque de esta marca tiene la foto de algunos de los pasteleros que lo diseñó. Así mismo: diseñan eclairs a medida para lanzamientos de marcas, estrenos de películas, etc. La pastelería se masifica y lo más interesante: sale de la boutique.
La bombonería se llena de colores intensos. Si bien desde siempre se han pintado los bombones cada vez más vemos cómo se intensifican hasta que parecen paletas de maquillaje, el mejor ejemplo: la caja de Sadaharu Aoki.
Los maridajes toman protagonismo: dado que Japón estuvo muy presente se hizo común encontrar mucho té en las bombonerías y postres aunque también propuesta como maridajes como el que presentó Chocolates El Rey y la cocinera Salun Takako.
Los bombones cambian de forma: cada vez las semiesferas famosas dan paso a tubos, cuadrados, piruletas. También destacaron por lo tiernas, una colección de las tradicionales muñequitas japonesas hechas con chocolate coloreados de Patrice Chapón.
El mucílago de cacao se pone de moda, chocolateros como Patricia Chapon ya están haciendo habitual poder tomar zumo del fruto del cacao, pero marcas como Erithaj tienen también un sirop de cacao que fácilmente puede transformarse en un vinagre, el sabor muy delicado y delicioso.
Hay empaques para todo, la zona para profesionales tuvo una importante exhibición de formas de envolver las creaciones dulces, desde cajas para bombones, para macarrones hasta latas para meter panes especiales como el famoso Prauline de Francois Pralus.
¡Los japoneses acuden al salón como si estuvieran de rebajas! Compran mucho y les gusta fotografiarse con sus bolsas con los logos de todos los pasteleros.
Tecnología japonesa para el Bean to Bar. Los japoneses presentan una máquina que tuesta media kilo de cacao en 5 minutos con aire caliente. Se llama Novo Mark II y fue originalmente pensada para tostar café especialmente en los locales de Japón en los que no está permitida la salida de humos. No obstante, ha resultado ideal para el cacao, no sólo porque el aire caliente resulta bastante menos agresivo que el calor directo (y sale antes de la semilla y reduce el riesgo de tostado) sino porque además la cascarilla se desprende con mayor facilidad. Lo que más valoran los japoneses es su “puesta en escena” porque ciertamente es bastante atractiva en este aspecto, su única pega pareciera ser el precio: 25 mil euros.
El chocolate y la Salud tuvo su lugar de la mano de la “chocóloga”: Victorie Finaz una psicóloga francesa convertida en “prescriptora” de chocolates. Su conferencia, para gran público, versó sobre los beneficios del chocolate en una dieta equilibrada y para potenciar el carácter benéfico para su degustación ofreció bombones rellenos de confitura de remolacha.
Aparecen nuevos países en la industria del cacao. Quizás el más significativo es Brasil que dio una demostración de la fuerza con la vuelve a la industria, recordemos que las plantaciones de Brasil sufrieron una importante deforestación y ha tardado casi 20 años en la recuperación de sus cultivos. Será un gran exportador próximamente y tiene un gran atractivo: el cacao del Amazonas o cacao salvaje. También Colombia, país invitado, tuvo la ocasión de mostrar su poderío, más de una decena de productores mostraron no sólo cacao sino además curiosos productos finales como chocolate con frutas locales liofiliozadas.
Los clásicos siempre estarán. Llegar al salón es comprobara que marcas de toda la vida siguen en las mismas esquinas que han rentado durante años y años. Si bien es cierto que es posible que se coman menos caramelos que antes, las latas y los envases vintage seguirán ejerciendo su fascinación. Jamás quedaremos mal si echamos mano de un cofre de La Maison Boissier (en pie desde 1827). O si apostamos por uno de los famosos bombones de crocante de almendras y avellanas y cubiertos de su famoso chocolate azul de La Maison du Quernon.
Instagram se ha convertido en el gran aliado de la pastelería. Ha sido tan bien avenido este matrimonio entre Instagram y la pastelería mundial que hasta un libro ha sido lanzado con esta temática. Se trata de un compendio de fotos que combinan zapatos con los postres de las más famosas pastelerías, la autoría es de Tal Spiegel, un pastelero residenciado en París y que puede ser considerado tan goloso como “fashion victim”. Si bien este título puede rayar en “el consumo masivo” hay que decir que ha convertido su serie de fotos en un estilo que ya tendrá su lugar en la historia de la fotografía gastronómica mundial. Su cuenta en esta red: @desserted_in_paris con miles de seguidores confirman que siempre podemos innovar sobre lo que ya existe.
Los moldes se revitalizan a través de atrevimientos como los de La Maison Chaudun, que fusiona chocolate con envoltorio, preciosos y hace que la solución de meter la tableta en un plástico transparente sea tan eficiente como las de los empaques más costosos.
Vincular el chocolate con la moda sigue siendo un gran gancho, de hecho el desfile de inauguración del salon du chocolat de París de 2017 menos trabajado que años anteriores siguió siendo el delirio de masas. Apenas se veían las chicas pero la euforia tambaleó el Port de Versalles.
Los cacaoteros toman un protagonismo inusual, la premiación de los mejores cacaos del mundo lució como una digna estrella de premios del show bussines, un lavado de cara para una industria cargada de cuentos oscuros sobre prácticas injustas a los cacaoteros, esclavitud infantil, entre otros.
Niki Segnit: Paul A Young pionero en el maridaje de chocolate y quesos
Una de las primeras menciones sobre el maridaje de chocolate y quesos aparece en «La Enciclopedia de los Sabores» Niki Segnit. Esta autora cuenta en su libro -que resulta una fascinante recopilación de extraños maridajes que encontramos a nuestro alrededor y sobre los que no nos detenemos- sobre una cata organizada por el chocolatero inglés Paul A Young.
Cerney & Amedei al 63 por ciento
Esta estrella de la pastelería y de los medios en Inglaterra en esa ocasión sugirió para comenzar este maridaje de chocolate y quesos con un Cerney, un queso de cabra de la región de Gloucestershire. Este clásico Young lo emparejó con un chocolate negro de la marca italiana Amedei al 63 por ciento de cacao, que por cierto se ha convertido también en un clásico entre las tabletas de chocolate fino.
Cerney & Varlhona el Manjari al 64 por ciento
Luego el segundo maridaje de chocolate y queso que propuso fue a una versión madurada del mismo queso Cerney combinado con un clásico de Varlhona el Manjari al 64 por ciento. Segnit confiesa que, tal como mucha gente lo piensa el maridaje entre queso y chocolate puede resultar una mezcla extraña, incluso puede sugerir rechazo. Aunque una buena guía, según Segnit puede ser buscar un chocolate con leche para descubrir las misma nota lácticas de un queso. En este momento, asegura que el matrimonio resultará menos extraño.
Stilton Colston Basset & Varlhona 70%
Yo coincidido con Segnit en el escozor que en algunas culturas despierta este maridaje, bastante más familiar para los belgas y holandeses según he visto en sus respectivos salones de chocolate. En España cuando lo propuse por primera vez en España, puse un ejemplo de una combinación muy tradicional de su cultura pero puede ser igual de rara para el resto del mundo: jamón con melón. Tal como Segnit lo cuenta en su obra, siempre invito a reflexionar sobre las notas que podemos encontrar en un buen chocolate tanto añadidas como las que revela naturalmente el cacao como pasas, arándanos, frutos secos, que siempre han sido acompañantes naturales del queso.
En el caso de la cata maridaje de chocolate y queso propuesta por el chocolatero inglés, le siguió una tercera combinación: Stilton Colston Basset con un chocolate Varlhona al 70%. Este esun queso muy clásico en este cultura, que suele aparecer mucho en las fotos de sus supermercados y es de color naranja y con venas azules muy marcadas. Se reconoce por ser un tubo gigante grueso y sobretodo por ser un referente cultural, dado que existe desde el comienzos del siglo pasado.
Maridaje de queso y chocolate convertido en postre
Paul A Young es famoso por sus creaciones que son permanentemente reseñada por los medios de comunicación en Inglaterra sobre los que parece ejercer fascinación. Una de las combinaciones más llamativa fue chocolate con «Vegemite» ese untable de extracto de levadura de cerveza y de un sabor súper intenso a alimento fermentado. Con queso creó sus ya famosas «trufas de stilton con chocolate y Oporto» que son perfectas para aquellos a los que les cuesta decidirse entre un buen queso y un pudding.
Young también ha diseñado un bombón con queso de cabra «galesa», limón y tomillo, que ha sido definido como su versión de cheescake. Es que la chocolatería y bombonería creativa se ha incluido con fuerza el tomillo y el perejil. Los pasteleros lo adoran por su aporte de sabores frescos y metálicos que también les vienen bien al chocolate.
Milleens & Varlhona African 85%
Aunque si algo llamó la atención a Segnit de esta cata fue el matrimonio entre el Milleens un queso clásico de Irlanda de leche de vaca con toques picantes y florales con un chocolate que superaba los 85 por ciento de cacao que no sólo resultó una pareja perfecta sino que incluso fue bien con un chocolate con leche. Digamos que esta experiencia ahonda en algo que hemos sugerido anteriormente en cuanto al maridaje de quesos y chocolate y es en la posibilidad de agregarle chocolate a la tabla de quesos.
El queso tal como el chocolate se puede tomar antes o al final de una comida. Si es el final normalmente se sugiere cerrar con algún vino dulce como el Oporto o un oloroso del tipo Pedro Ximenez, Cream, Sherry o Manzanilla que maridan muy bien con estos dos alimentos.
Un bocadillo muy a lo «Elvis Presly»
Cuando se habla de algún bocadillo que mezcle sabores «osados» se suele hacer referencia al que se hacía «el rey del rock». Plátano, mantequilla de cacahuete y bacon o tocineta era su famosa mezcla. No obstante, siempre se podrá ir más lejos y prepararse el bocadillo de Paul A Young incluso más atrevido. En el caso del chocolatero se hace con pan de molde, mantequilla, quesos cheedar o parmesano, chocolate al 80 por ciento y anchoas. Si así como habéis leído: ¡anchoas! lo comento siempre: hay sabores muy intensos como el queso azul, las anchoas o la tocineta que funcionan como el Umami. Tal como hace la sal con el chocolate, estas sustancias funcionan como potenciados de sabores así que ¡bienvenidos a la montaña rusa del paladar! Por cierto, en España, en la zona de Cantabria, famosas por sus anchoas han desarrollado un chocolate con anchoas (ganador de un premio en los International Chocolate Awards) de la marca Monper. Si no me crees aquí te dejo el link.
Maridaje de chocolate y quesos españoles
Una vez visitaba mi tienda favorita de quesos y me topé con una magdalena de chocolate y queso picón, si hay algo que me rompió los esquemas para siempre fue este postre que se veía tan inocente pero fue tan revelador. Si bien cuando voy a Amsterdam o Bélgica es habitual que sugieran tomar el chocolate con queso, he querido llevar más allá esta posibilidad y pedí ayuda. Busqué al especialista de quesos de mi ciudad, ese que sabe de muchas marcas para que me ayudara a escoger los quesos con los que iniciar esta experimentación.
Primer maridaje: Queso picón y chocolate con leche.
Y si bien aún no consideró este trabajo terminado puedo decir que el queso picón es ideal para un alto contraste lo combinaría con un chocolate de los llamados «Dark Milk» es decir oscuro pero con un poco de leche que le da untuosidad, una marca que probé hace poco y me encantó fue la estadounidense Fruition especialmente su Marañon al 68 por ciento con leche, ganador de un International Chocolate Award y de un Food Award. Lo de “picón” curiosamente no viene del picor sino de su origen: son quesos elaborados cerca de “los picos” de Europa, en la zona de Cantabria. Son quesos azules muy potentes.
Queso picón es una Denominación de Origen protegida así que será sencillo encontrarlo. Treviso y Bejes son los lugares donde se concentran la mayor cantidad de productores de este queso, es curioso porque comparte apodo con un postre de orígen latinoamericano: el tres leches, pero en este caso hace refencia es la posibilidad de que esté hecho con leche de tres razas diferentes ovinas, caprinas y bovina. Una curiosidad es que antes se vendía envuelto en hojas de plátano aunque la legislación sanitaria le ha obligado a venderlo envuelto en papel albal.
Uno que uso también uso y que resulta bastante parecido es el queso de cabrales, otro asturiano que suele ser igual de intenso y que nos proporciona también una estampa visual única en nuestra mesa. Este es otro «tres leches» pero es porque puede tener en su elaboración leche de vaca, cabra u oveja. La gama de quesos azules se puede ampliar, de hecho, hay uno sobre el que vale la pena colocar la vista y es el queso Valdeón que quizás tiene la misma gama de sabores pero bastante más suaves que los anteriores. Este es ideal para la pastelería creativa de queso y chocolate porque es menos intenso.
También un queso tipo torta como el famoso de “torta del casar” de la región de Extremadura me gusta para regarlo de chocolate al 60 por ciento fundido (incluso con leche) como el Caoba de Chocolates El Rey: abro la torta, la meto en el horno y justo cuando levanto su «tapa natural» le rocío unos 50 gramos de chocolate derretido y resulta algo novedoso pero muy rico.
Con el queso manchego, un clásico español, con Denominación de Origen, elaborado con leche de oveja de raza manchega, me gusta un chocolate más oscuro quizá más del 70 u 80 por ciento (súper recomendado el San Martín de la marca peruana Maraná) suelo intercalar lonjas de quesos, con lonjas de chocolate cortadas con el cortador del clásico «tet de moi», es ideal colocarlo sobre una tabla de madera y acompañarlo de arándonos secos o fresas deshidratadas.
Mi quesero de confianza me recomienda Zamorano gran Reserva, Pecorino Sardo, Arribes Ecológico y por introducir uno de cabra a vuestra mesa de quesos y chocolate nos sugiere: el queso Tronchón que lo reconoceréis muy fácilmente porque es un cilindro con una particular flor en la parte superior. Mi único consejo es que os dejéis fuer alos prejuicios y veréis cómo se la combinación de queso y chocolate se convierte en en una forma divertida de recibir a los invitados en casa.
Tercer maridaje: queso manchego con chocolate oscuro al 70%.
Otras recomendaciones: Algunos de los quesos españoles que nunca me defraudan son: Queso Casín de Asturias, muy intenso, quizás el más de los españoles, así que con tan sólo unas virutas podrán hacer vuestros maridajes. Hay uno que me encanta el de la marca Redes, elaborado con leche cruda y probablemente uno de los mejores quesos del mundo (tiene algunas premios mundiales). Y unas curiosidades pero maravillosamente conseguidos, en la categoría de quesos saborizados: el Queso de Azafran de La Antigua, el Queso con carbón de la Quesería Cultivo y el Queso de cabra con trufa negra de la marca La Laguna.
Cata de quesos españoles y chocolates de Venezuela y Perú
Este lunes 06 de noviembre de 2017 a las 16:30 asistiremos gustamente a la invitación que no extendiera el catador y promotor del consumo del queso español David de Santiago para realizar una cata de chocolates de Venezuela y Perú (Franceschi y Maraná) los mismos que trae a España la empresa Bonselec. Esta cata de chocolates está enmarcada en el evento QdeQuesos que concentrará la mayor cantidad de queserías españolas a quienes les interesa mostrar la calidad y variedad de sus productos. España es un país de grandes quesos, de hecho, he realizado unos maridajes de chocolate y quesos españoles que me encanta recomendar y ahora tenemos la fortuna de contar con este tipo de promoción que redunda positivamente en el sector.
La entrada al evento como nuestra cata es completamente gratuita lo cual será genial para acercar tanto a profesionales de la restuaración como amantes de la gastronomía a este mundo tan delicioso como versátil. Y justamente sa versatilidad es la que hemos usado para plantear este maridaje que ha despertado mucha curiosidad y a nosotras mucha ilusión. Me acompañará, la pastelera de mi equipo: Elizabeth Vázquez quien desarrollará un par de recetas con dos clásicos españoles: el queso manchego y uno quizás más rompedor el cabrales. Para apuntarse tienen que ir al siguiente enlace y sobre todo les recomiendo llegar pronto para disfrutar de la feria, (habrá muchas degustaciones y conferencias relevantes). Después el único consejo es dejar fuera los prejuicios con respecto al maridaje queso y chocolate y disfrutar de esta cata que ojalá termine en un matrimonio armonioso.